sábado, 1 de diciembre de 2012

Curso de Redacción (Gonzálo Martín Vivaldi)

LA PUNTUACIÓN: LAS REGLAS Y EL TEMPERAMENTO
 
A pesar de que la puntuación sea materia un tanto elástica, conviene tener en cuenta, las susodichas reglas y adaptarlas luego a nuestro temperamento. Lo que no puede hacerse en modo alguno en despreciarlas en absoluto, ya que éstos ayudan a nuestra mente a seguir el pensamiento del que escribe.
 
Como dice Azorín, "la puntuación tiene una base más ancha, que la desición personal, que el capricho del escritor. Esa base, es la psicología. El estilo es la psicología; no puede uno tener el estilo que quiere. No basta decir: "Yo voy a poner punto y coma donde los demás ponen punto. Y voy a poner punto donde la generalidad de las gentes ponen punto y coma".
 
Entonces, concluimos diciendo que los signos de puntuación, son tan precisos, como las "señales de tráfico" en una gran ciudad. Ayudan a caminar y evitar el desorden.
 
 
a) La Coma: Según Amado Alonso y Henriquez Ureña, la coma tiene dos usos principales:
 
 
1.° Separar elementos análogos de una serie, sean palabras, frases u oraciones. Por ejemplo: Ufano, alegre, altivo, enamorado.
2.° Separar elementos, que tienen carácter incidental, dentro de la oración. Por ejemplo: Yo, si me lo proponen, lo acepto.
 
NOTA: Cuando el sujeto de la oración, es muy largo, se separa con un coma de los otros elementos constitutivos de la oración, para facilitar la respiración de la frase. Es imprescindible el uso de la coma después del vocativo. Pues, no es lo mismo decir: "Juan entra en seguida", que decir: "Juan, entra en seguida". También es interesante aclarar, el uso de los términos explicativo y determinativo. No es lo mismo decir: "El piloto mareado no pudo dominar el avión", que decir: "El piloto, mareado, no pudo dominar el avión". En el primer caso determinamos cuál era el piloto que no pudo dominar el avión, decimos cual de los pilotos era. En el segundo caso explicamos, con un inciso, entre comas, que el piloto no pudo dominar el avión porque estaba mareado.
 
 
b) Punto y Coma: Sirve para separar -según Amado Alonso y Henriquez Ureña- oraciones entre cuyo sentido hay proximidad, y por excepción, frases largas, semejantes, en serie. Por ejemplo: "Hubiérase asignado su parte a la configuración del terreno y a los hábitos que ella engendra; su parte a las tradiciones españolas y a la conciencia nacional; su parte a la barbarie indígena...".
Otros autores señalan que se usa el punto y coma, para separar periodos relacionados entre sí, pero no enlazados por una proposición o conjunción.
NOTA: También se usa siempre el punto y coma, cuando poniendo solamente coma, una oración o un periodo pueden prestarse a confusiones. O en oraciones elípticas, en donde la coma sustituye al verbo sobreentendido. Por ejemplo: "La primera parte de la obra era interesante; la segunda, insípida; la tercera, francamente aburrida..."
 
 
c) Punto: Separa oraciones, cuando los pensamientos que ellas contienen, aunque relacionadas entre sí, no lo están de modo inmediato.
NOTA: Cuando el pensamiento se ha desarrollado en una o más oraciones, formando un todo que se llama "párrafo", se pone punto final. Es decir, cuando lo que se ha expresado tiene sentido completo. Por ejemplo: "Habláis en nombre de la Patria. Vuestra palabra no puede morir sin eco: habláis en tierra española. Os inspiran sinceras emociones...".
 
d) Dos puntos: "Tres nombres destacan en la poesía española contemporánea: Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Federico García Lorca". "No se me puede condenar por lo que he dicho: la verdad, lealmente expresada, no puede ser delito". Al entrar en la habitación, me dijo: "Acabo de llegar de Segovia...". En el primer ejemplo, los dos puntos indican que, tras ellos, viene una enumeración de elementos incluidos en la primera frase. En el segundo, la primera frase tiene su correspondencia en la segunda. En el tercer caso, el más frecuente, es el de transcripción o cita de lo dicho por otra persona.
 
 
e) Puntos suspensivos: Deben emplearse siempre que, precisamente, sea impresión de duda o inseguridad la que debe darse al lector; por ejemplo, en el diálogo. Aquí normalmente, los puntos suspensivos, indican pausas en el habla, vacilaciones, dudas. Veamos La reglas que, al respecto, nos dan los gramáticos:
 
1.° Los puntos suspensivos indican interrupción en lo que se dice. Por ejemplo: "Si; lo respeto mucho, pero..."
2.° Otras veces los puntos suspensivos están en lugar del poco admisible "etc". Por ejemplo: "Numerosos son los grandes caudillos de la historia: César, Felipe II, Napoleón, Bismarck..."
3.° También se ponen cuando se hace una pausa al ir a expresar temor, duda o algo sorprendente. Por ejemplo: "No me decidía a estrechar la mano de un...asesino".
 
 
f) Signos de interrogación y exclamación: Estos signos, aunque sirvan de punto final, no excluyen el uso de los demás signos de puntuación. Muy frecuentemente es que vayan seguidos de una coma. Por ejemplo: -¿Desde cuándo le conoces?, preguntóle Pedro. Ocurre a veces que ciertas cláusulas son interrogativas y exclamativas a la vez. En estos casos, se colocará al principio el signo de interrogación y al final de exclamación o viceversa, según el tono de la cláusula. Por ejemplo: ¡Qué esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su muerte?.
 
 
g) Guiones y Paréntesis: Hay que distinguir el "guión menor", signo que sirve para indicar, al final de un renglón, que una palabra no ha terminado y continúa en el siguiente. También se usa en determinados compuestos. Por ejemplo cuando se quiere indicar oposición y no fusión.
El guión mayor, o raya, sirve para separar los elementos intercalados en una oración; representa una grado mayor de separación que las dos comas que encierran, como la oración incidental. Las paréntesis sirven para separar, dentro de una oración, aquella misma especie de elementos incidentales, pero con mayor grado de separación aún del que indican los guiones. Es decir, emplearemos las comas, los guiones o los paréntesis, según el mayor o menor grado de relación que tenga lo incidental con lo que estamos escribiendo. Por ejemplo: "Hombres, mujeres y niños -los había para todos los gustos- se apelotonaban dentro del autobús".
NOTA: Cuado una oración o frase entre paréntesis aclara otra que va entre comas -es decir, cuando se trata de una oración incidental dentro de otra también incidental-, se pone la coma fuera del paréntesis. Así: "Guillermo, que fingía dormir en su diván (ante todo por su seguridad), estudiaba al mismo tiempo la situación".

h) Las Comillas: Bien empleado, sireve en ocasiones para destacar una palabra o una frase, pero del que no conviene abusar, ante todo por razones de estética tipográfica. Las comillas ("") sirven para destacar una cita o una frase reproducida textualmente. Se pueden utilizar las comillas cuando se quiere dar cierto énfasis a una palabra, o sentido irónico. Por ejemplo: Y yo le dije: "¡Caramba! ¡Estás desconocido!". Suele utilizarse también este signo, cuando se escribe una palabra nueva o algún vocablo poco conocido. Por ejemplo: Nunca recibí un ataque tan "caballeroso", como el que acaba de hacerme tan "digno", comerciante. El peligro de las comillas, está en el abuso.
 
El gerundio correcto y el incorrecto: Mucho se ha escrito sobre esta forma verbal, y no seremos nosotros quienes agobiemos al lector con abstrusas tesis gramaticales. El gerundio en todo el caso constituye una oración subordinada de caracter adverbial, debe ir lo más cerca posible al sujeto al cual se refiere.
 
Leismo, Laismo y Loismo: En España, son muchas las personas que emplean mal los pronombres personales átonos le, la y lo. Y ello porque, en vez de atender el caso gramatical, se atiende a la terminación o o tambien en a, del género masculino o femenino.
 
Abuso de pronombres: Suele ser un defecto muy corriente, al que hay que prestar atención, ya que este abuso, no es sólo incorrcto sino poco elegante y confuso. Por ejemplo: "Tu lo que sin duda, eres es un buen piloto". "Por eso es por lo que yo prefiero volar".
 
Construcción Lógica: Se da en la cohesión del párrafo y las frases desordenadas. En la cohesión, se da importancia el orden lógico, de todo el párrafo. Todo lo expuesto en la lección anterior sirve de precedente a la siguiente regla de construcción lógica: Para conseguir la debida cohesión de un párrafo debe procurarse ligar la idea inicial de una frase a la idea final de la frase precedente o a la idea general.
 
La colocación de modificativos y la claridad de la frase: Son modificativos, aquellos vocablos o frases breves que alteran se algún modo el sentido del pensamiento. La mayoría de ellos son adverbios o frases adverbiales. El problema práctico que se nos plantea con los modificativos es el de su exacta colocación. Lo cual quiere decir que dichos modificativos deben colocarse lo más cerca posible de la palabra, o frase que modifican.
 
Unidad de propósito , coherencia entre lo principal y las ideas secundarias: En algunos tratados de redacción se estudia un capítulo especial dedicado a la "singularidad de propósito", y que llamaremos unidad de propósito. Tal unidad significa que en todo párrafo o periodo, tiene que haber cierta coherencia entre la idea principal expresada y las ideas complementarias o secundarias.

Problemas de redacción: Como complemento de lo estudiado en temas anteriores, insistimos en un problema interesante de construcción: el que se refiere en la conveniencia de ligar bien las frases entre si, para evitar confusiones. Para ello hay que tener presentes las reglas estudiadas de construcción lógica y sintáctica. Unas veces el secreto de la trabazón estará en el sujeto: si lo identificamos fácilmente, el sentido de la frase o frases resultará claro; otra veces la solución está , no en la sintaxis, sino en el sentido lógico.

Las partículas y su importancia como elementos de enlace: Llamamos "partículas" o elemntos de transición entre las frases, preposiciones, conjunciones ya adverbios. Por ejemplo: El conductor pisó a fondo el acelerador; no consiguió pasar al otro coche. Se suelen presentar más frecuentes problemas de redacción son las siguientes: además que, asimismo, sin embargo, n ejemplo, pues, etc. Conviene advertir que no resulta elegante el abuso de tales partículas; debemos emplearlas con precaución en tal sentido.

Coherencia y Claridad en los párrafos: Al escribir, conviene dar cierta coherencia a las frases que forman un párrafo o periodo. Dicha coherencia se altera, y la expresión pierde claridad, cuando se prodeucen cambios poco correctos en el sujeto, o en la persona, voz o tiempo del verbo.

Variedad y Armonía: La elección del periodo corto o largo plantea interesantes problemas de redacción. Un texto compuesto exclusivamente a base de frases largas suele resultar oscuro, embrollado; por el contrario, una seri initerrumpida de frases cortas, enlazadas por puntos, es causa de monotonía. Por consiguiente: combiene alternar las frases cortas con ls largas para que lo escrito resulte variado, armonioso. "Una frase larga -dice Marouzeau- agota el aleitno y fatiga la atención; una frase breve y, sobre todo, una seri de frases breves den la impresión de cosa descosida, de precipitación de andar a saltitos".
 
 


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